El devorador de estrellas
PRIMER ENCUENTRO
Estoy
sentado sobre la sección 3 del casco del transbordador Phantom V.
Es todo cuanto se a ciencia cierta.
Ciencia, curiosa palabra la que mi cerebro enarbola en un nuevo intento por
ganar esta batalla imposible.
Hace algunas jornadas, la visión del cielo estrellado se me antojaba de lo más
solitaria y depresiva. Ahora amputaría una de mis extremidades con tal de ver
alguna maldita luz a mi alrededor.
Las del interior de la Phantom hace mucho que deshicieron su paulatino
descenso. Lento y desesperante, como el cúmulo de tiempo agónico que me condujo
a donde me encuentro.
Quería verlo bien, pienso mientras siento como el traqueteo del temblor de mis
huesos me sacude por completo.
Aunque… ¿Quién se preocuparía por su simple cuerpo frente a aquello? ¿Quién
emplearía un segundo en preservar el plano físico cuando siente que su alma se
le escurre de los dedos?
Cuando el gigantesco ser moviliza su materia hecha de la misma nada, en la
inmensidad reducida que lo rodea se pueden adivinar brazos alargados como
galaxias en sí mismas.
Algo parecido a una cabeza embiste abruptamente cuanto le rodea. Al apartarse,
nada queda tras su paso.
No hay ojos, ni la mirada del villano.
Por no haber, no creo que ni haya consciencia de mi existencia.
Un punto en el espacio.
Tan solo soy eso en la Biblia maléfica que ese ser representa.
Casi me atraganto justo al recordar el nombre con el que la base bautizó el
agujero negro que me encargaba de estudiar.
Sátan.
Cómo no.
Solo de un nombre como ese uno puede ver como toda una flota, integrada por
amigos leales e incluso tu propia familia, desaparece mientras del portal al
abismo emerge la conquista de su alrededor inmediato.
Haría algo.
Quiero hacer algo.
Sin embargo, ni la voz quebrada me permite emitir grito alguno, ni mis músculos
entumecidos por el frío espacial, gélido ante esa presencia, parecen querer
moverse un ápice.
Tan solo mis ojos desorbitados articulan más allá de la expresión de terror. Se
desplazan, lentamente, siguiendo las estelas mediante las cuales la inmensa
criatura borra y aniquila. Engulle y extermina.
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