martes, 7 de julio de 2015

Atisbado en el horizonte



Mientras el sol se impone en lo alto castigando a propios y extraños,
Ahí donde nada parece sonreír a un destino condenado,
Pierdes tu vista exhausto en algún punto más allá.
No ves vida ni felicidad, puesto que el futuro es incierto,
Sin embargo una mujer se pasea entre hojas que caen a sus pies.

La realidad, cruel y dura, se asa lentamente en un verano interminable, 
No obstante, ¿Qué es aquello que logras atisbar?
Acaricias las hojas caídas, ásperas a tu tacto,
Y tu corazón se enciende clamando por aquellos atardeceres,
Donde el sol no quema, ni las lágrimas parecen evaporarse.

¿Qué es eso que tanto te emociona, muchacho?
Es la posibilidad de alcanzar una nueva masacre en el ciclo sin final,
La irresistible visión de sentir caer sobre ti la vida, 
Hasta algún día poder alcanzar el frío invernal,
A una temperatura atisbada en el horizonte.

¿Qué es eso que tanto deseas, muchacho?
Deseo dejar languidecer un cuerpo que requiere reposo,
En un tiempo cuyo calor no da tregua,
Noches infernales mezcladas con días de tortura, 
Deseando un final, ansiando un desenlace.

He visto hojas anaranjadas caer,
Y me he enamorado de nuevo de la vida,
Ahí donde todo parece retirarse algo se viene arriba,
Una energía sin límites que se alimenta de lo hostil,
Una visión atisbada en el horizonte.

2 comentarios:

  1. Fascinante! Me gusta cóm describes este escenario...lo imagino fácilmente! Hasta las hojas caídas son preciosísimas...no crees? Te sigo!

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    1. Me alegra que te guste y captes el sentimiento :)
      Yo también te sigo, ¡Un saludo!

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