domingo, 11 de diciembre de 2016

Día 30: Píldora (Matrix)





Tómala sin miedo, las que quieras.
Te las da Morfeo.

Día 29: Libro (LEGO el Hobbit)





Tesoro

Día 28: Trigo (Puzzle Bobble)




‘Donde dije Trigo digo sinceridad’.
Enigma.

Día 27: Fotografía (Life is strange) 2a parte




Arte.

Día 26: Techo (Age of Empires)





Si lo miras igual piensas en Dios.
Complejidad.

Día 25: Avión (LOST)




Medio de transporte.
Puede accidentarse.

Día 24: Puerta (P.T.)




Separación. Si la abres pasas, si la cierras no.
Aunque de miedo.

Día 23: Agua (Tropico 5)




Vida.
Hay que saber gestionarla.

Día 22: Blanco (Art Alive)




Color.
Pintar.

Día 21: Fruta (Astérix y Obélix)




Manjar.
La comen los romanos.

Día 20: Estrella (Homeworld)



Reflexión y consecuencia.
Posible guerra.

Día 19: Muerte (Final Fantasy X)




Si no hay nada después pues se acabó, tu alma tendrá que aprender a ser feliz.
Igual un niño sueña contigo.

Día 18: Pañuelo


Sirve para lágrimas y mocos.
Las que te provoca el Heavy.

Día 17: Dientes (Batman: Arkham Assylum)




Si comes patatas hechas a la hoguera con corteza se te quedan los dientes negros.
Como al Joker.

viernes, 25 de noviembre de 2016

¿Y qué es Roma, Maximo?




¿Y qué es Roma, Maximo?

Pongo mi voz a diferentes pasajes de la película Gladiator.

En el pasado, cuando mi mente estaba contra las cuerdas de la locura, tiraba de estos discursos para tratar de aferrarme a unos ideales que languidecían en tiempos de oscuridad.

Con este montaje me libero de ellos y los dejo atrás.




jueves, 24 de noviembre de 2016

El villano de 'El rey león'




El villano de 'El rey león':

Pongo mi voz a diferentes pasajes del film 'El rey león' conducidos por Scar.

Me gustaba tanto ese personaje desde que vi la película que incluso unos de los motes por lo que he respondido en mi vida ha sido Skar.

sábado, 19 de noviembre de 2016

Día 16: Vida (Little Big Planet)





VIDA



El Sackboy corría por el escenario despreocupado, tratando de alcanzar la posición de uno de sus compañeros hechos de trapo.

Los otros dos que tras él avanzaban agarrándose el uno al otro, centraron la atención de los jugadores espectadores cuando uno de ellos pegó una soberana bofetada al otro haciéndolo saltar por los aires.

Consciente de las risas que a buen seguro había provocado, el simpático personaje agachó su cabeza para, fijando su vista en el suelo, alzarla sacando la lengua en una divertida cara en la que relucía una sonrisa de oreja a oreja.

Pronto llegarían los cuatro compañeros a una zona donde un par de vehículos de improvisado montaje les esperaban.

En un caos provisional que precedió a su ocupar de las posiciones en ellos, el morro de los autos comenzó a elevarse mientras el motor imaginario de éstos se antojaba a máximas revoluciones.

Poco después la carrera tenía lugar.
Atravesaron volcanes, ascendieron y descendieron por cuestas imposiblemente pronunciadas, surcaron ríos y selvas… Hasta que ambos transportes volcaron tras haber estado a punto de hacerlo en todo momento desde que iniciaron la marcha.



Todo ello se fraguaba en la imaginación de un niño.
A los mandos de su consola, editaba con mimo un nuevo escenario para la carrera.
Sería la más loca de todas, la más elaborada.

Una obra destinada a entretener y despertar la complicidad de miles de jugadores que encontraban en ese juego una extensión a sus propias vidas.
La más mágica.








viernes, 18 de noviembre de 2016

Un discurso para la posteridad




Un discurso para la posteridad:

Pongo mi voz a una parte del speech final del film 300, que durante años ha supuesto una fuente de considerable inspiración y motivación para mí.



lunes, 14 de noviembre de 2016

Día 15: Luz (Kingdom Hearts)





LUZ



Las cristalinas aguas del mar que rodeaba las Islas del Destino relucían bajo la intensa luz del sol que esa mañana parecía ir en consonancia al buen humor de Sora.
Kairi como siempre ganaba la carrera en la que estaban inmersos los tres amigos.
Eso era así porque tanto Riku como Sora estaban sumidos en intentar tirarse al suelo mútuamente.

Mientras, en Ciudad de Paso, la noche cerrada hacía relucir más aún si cabe a los numerosos farolillos que, meticulosamente repartidos por el poblado, otorgaban al lugar un mágico aspecto.
Algunos sincorazón, criaturas nacidas de la oscuridad, ya hacían amago de deambular por sus calles en los aciagos tiempos en los que el rey Mickey Mouse había desaparecido.

Acumulando polvo, la Nave Gumi esperaba ser descubierta, ansiosa por viajar a esos parajes que se encontraban en un serio apuro.
Simba contemplaba el horizonte desde la cúspide de la gran roca que era su hogar. La puesta de sol, que desde la inmensa lejanía bañaba de luz sus dominios, no hacía sino resaltar la vasta oscuridad que crecía en sus confines.
Agrabah por su parte veía amanecer un nuevo día, mientras Aladdín efectuaba cabriolas entre tendederos y balcones.
En las profundidades marinas, Ariel sentía un rumor interno que mecido por la corriente, parecía indicarle la proximidad de una gran aventura.

Solo es una pizca, una nimia aproximación a los prolegómenos de lo que estaba por venir.

De pronto Sora, dando por perdida la carrera, se quedó mirando fijamente el lejano horizonte, donde una ola parecía indicar un final… Que en verdad era solo el comienzo.






viernes, 11 de noviembre de 2016

Una fecha muy especial... Junto a vosotr@s





Pues ya han pasado 6 meses.
Seis meses sin alcohol.
Medio año desintoxicado.

Desde la psiquiatría y la psicología remarcan bien fuerte este tiempo como esencial para poder tener en cuenta que uno va en serio, que realmente se empieza a dejar atrás el infierno de la adicción.
En estos seis meses, in crescendo y de modo exponencial, se han ido sumando, entrelanzando y superponiendo proyectos de toda índole en mi vida que hoy son toda una realidad.

No es eso lo que más me alegra.
Lo que más me alegra son las personas que han regresado a mi vida con fuerza, las que he he encontrado en el camino y se han quedado a mi lado y las que miran con ojos críticos pero constructivos lo que hago.
Para ellas va este texto, esta medalla otoñal que ya, pase lo que pase, guardaré como oro en paño en lo más profundo de mi corazón.

Por lo pronto prefiero poner la mirada en el horizonte que revolcarme en las aguas del pasado que, aunque cristalinas, ya han cumplido su cometido.

Seis meses más.
¿Navegaréis conmigo hacia el año?

viernes, 14 de octubre de 2016

The King in the North




The King in the North:

Tema realmente inspirador titulado 'Song of the north', de BrunuhVille y cantado por Sharm.





LETRA


A raven flies into the moonlight
The cold storm snow
He knows the message has to arrive
The kingdom will burn to the ground

The witches and demons have come to deny
The beauty and peace of our homeland
We know the message has to arrive and
The King of the North will rise


jueves, 6 de octubre de 2016

Día 14: Huevo (Starcraft)





El marine avanzaba cautelosamente por el sendero de tierra que se adentraba en la zona enemiga.
Algo sorprendido por la total ausencia de resistencia al grupo explorador que conformaban él y sus compañeros, comenzaban a escucharse algunas mofas por parte del resto de soldados.

– ¡Mearse en la colmena merece la pena! – Las risas tímidas dieron paso a sonoras carcajadas cuando Barry Thompson dejó escapar su ocurrencia.
Claymore, jefe de la unidad visiblemente exacerbado, trató haciendo una serie de aspavientos con sus brazos ocupados por su gran rifle que guardasen silencio.

No le gustaba tanta tranquilidad en el entorno.
Un pequeño montículo parecía delimitar el acceso a un páramo abierto en el terreno.
Cuando hubieron alcanzado el punto para contemplar el lugar, no fue necesario que Claymore ordenase silencio para que éste cayese como una tumba sobre la unidad.

Cientos, más bien miles, de huevos zerg se amontonaban por el terreno, abiertos y sospechosamente aún viscosos.

Unos minutos después algunos soldados comenzaban a desfallecer ante el ritmo con la que la unidad se batía en retirada hacia el campamento base.
Lo que a sus espaldas había comenzado como un lejano rumor se había tornado en un ruido ensordecedor.
Esos malnacidos les pisaban los talones.

Cuando Claymore, al ver la fortaleza a lo lejos, comunicó, vaciando sus pulmones voz en grito, que abriesen las puertas, no tuvo tiempo de contabilizar cuantos de sus compañeros habían quedado atrás.
Sólo se escuchaban gritos desgarradores, auténticos alaridos de dolor que se perdían en el torbellino de guturales sonidos de los incontables Zerglings.

Mientras los supervivientes vaciaban sus cargadores contra la plaga, valoró sintiendo un escalofrío las escasas posibilidades que la fortaleza tenía de resistir esa brutal ofensiva del enemigo.






martes, 27 de septiembre de 2016

Una despedida agitada




Las lágrimas caían por sus mejillas en un riego constante ahora que cierta relajación había llegado a ella desde que, unas horas antes, el ocaso había mecido con mimo el final del día.

Anna no acababa de ser consciente de que el entierro había sido de su hermano.
El cuerpo sin vida que se había grabado en su retina, aún morado por la cantidad de horas que había pasado en las invernales aguas del cabo, no acababa de asociarse a la idea de que la tenue luz amarilla de lo que había sido el hogar de Víctor ya no iba a iluminarle más.

Apuraba el tercer café de la madrugada.
Había decidido, en estado de shock, pasar la noche en la casa. Como despedida, pues el dolor de su pérdida era algo que debía esforzarse por dejar atrás.
El tic tac del reloj de su abuela marcaba el compás del hilo de sus pensamientos. Recordaba que Víctor no lo soportaba. 
Esbozó una sonrisa al llegar a su mente la imagen de su hermano enfurruñado, como tantas y tantas veces ocurría por una cosa u otra.
Lentamente, su divagar la condujo a multitud de recuerdos de infancia en los que la casa parecía cobrar vida brillando con luz propia, pues su familia había veraneado allí durante muchos años.

Hasta que el reloj sonó.
Como una grave y súbita colisión de campana, Anna fue arrancada de su ensimismamiento sintiendo como el corazón le pegaba un brinco.
No recordaba haber activado la gran estructura del reloj para que eso ocurriese.
Intrigada, se levantó quejumbrosamente del sofá, pues ya llevaba varias noches sin poder dormir. Acercándose al mecanismo, sin saber qué aconteció en primer lugar, un escalofrío recorrió toda su espalda cuando, mientras contemplaba como la palanca de las campanadas había sido empujada, una dulce y antigua melodía de cajita de música comenzó a sonar en algún lugar del piso de abajo de la casa.

Apretó los dientes y trató de tranquilizarse.
Inspiró y expiró, justo antes de armarse de valor y, habiendo desconectado el reloj, descender las escaleras de la casa para encontrarse frente al pasillo en penumbra que comunicaba con las habitaciones. Pues de allí venía el liviano sonido de la musiquita.
Sintiendo como el miedo atenazaba su cuerpo, haciendo pesadas sus piernas y adormilando la planta de sus pies, caminó hasta un interruptor que se le antojó muy lejano y encendió la luz.

Al entrar en el dormitorio de su hermano, la música dejó de escucharse.
Allí estaba, como siempre, cerrada en la mesita, la cajita de música.
Sintiendo como el escalofrío renovaba segundo a segundo su considerable intensidad, cayó en la cuenta de que las piernas le flojeaban tanto que le habían entrado ganas de orinar.
Encendiendo todas las luces de la planta baja, suspiró de alivio al comenzar a hacer pis en el lavabo de la entrada.
La puerta corredera permanecía cerrada mientras Anna posaba su vista sobre los diferentes rincones del servicio.
No obstante, una pequeña rendija permanecía abierta fruto del mal cierre.
Cuando su mirada fue a dar con ello, volvió a ponerse en guardia.
Se sentía, de algún modo, observada.
Y una extraña sombra parecía dibujarse al otro lado de la puerta.
Cuando hubo acabado sus necesidades, estiró su largo brazo resuelta a acabar con toda la tontería que le estaba pillando.
Pero lo que se escuchó fue su sonoro grito de pánico cuando, tras el brusco chasquear del cierre de la puerta al ser abierta de golpe, Anna contempló una translúcida figura mirándola fijamente, con los ojos muy abiertos, al otro lado.

Tan solo por un instante de hecho.
Pero lo suficientemente largo para ella como para que apenas unos segundos después, con el corazón acelerado golpeando con fuerza su pecho, se encontrase ya en el piso de arriba totalmente en guardia.

Entonces se escuchó la sonora pisada de un escalón.
De un segundo.
De un tercero y un cuarto, cada vez más cercanos.
Anna rompió a llorar tirándose a uno de los sofás, tapándose la cara con un cojín.
Cuando de repente sintió como algo acariciaba el contorno de su brazo, había sobrepasado tanto el terror que la atenazaba que apenas sintió nada.
Se quedó ahí, llorando, sintiendo las caricias casi en forma de abrazo, hasta que llegó la luz del alba.

– Ven conmigo. – Anna no necesito más palabras para reconocer la voz.
Apartando lentamente el cojín de su vista, contempló la abatida figura de su hermano, que sin embargo esbozaba una sonrisa de consuelo.

Antes de que el sol saliese, Anna caminó por las afueras que conformaban la zona costera donde se encontraba la casa. Lo hizo hasta llegar a la zona donde un búnker encumbraba un sinfín de acantilados que, esa mañana de invierno, presidían el violento chocar del oleaje del mar contra las rocas.

Hermana y hermano se quedaron mirando el horizonte, sintiendo el rozar de sus manos.
Entonces Víctor la miró con ternura.
Parecía despedirse, cuando de pronto comenzó un lento caminar.

Anna no le siguió.
Se quedó mirando sintiendo como el consuelo danzaba con toda la pena que aún albergaba su interior.
Cuando la figura de su hermano se precipitó por el acantilado más cercano, expiró sintiendo un último y trémulo escalofrío por todo su ser.

Ahora sí, sintió que se había ido del todo.

La casa quedó abandonada.
Anna no contó su experiencia, pero había sido la única que había necesitado de pasar un tiempo allí, estando como estaba todo tan impregnado por el día a día de su hermano.
Mientras el invierno avanzaba, acabó por llegar la fecha del cumpleaños de Víctor.
En la ciudad las caras tristes buscaban consuelo en las miradas de su familia. 

Durante cada hora, una campanada sonaba proveniente del gran reloj de la casa de playa.
Sin que nadie pudiese escucharla.

martes, 20 de septiembre de 2016

Regreso al País de Nunca Jamás




¡Hola niños perdidos, piratas y hadas!

El blog ha estado sin actualizaciones durante un tiempo, y eso se debe a que he estado de vacaciones en un mágico lugar del País de Nunca Jamás.

He preparado un pequeño montaje para que os podáis hacer una idea del nivel de inspiración que he acumulado para intentar que aquí no falten novedades en ninguna de las secciones durante un buen tiempo.







¿Que cómo se llega?
Pues igual que hasta aquí.
Volando desde la segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer ^^

martes, 6 de septiembre de 2016

Día 13: Comida (Streets of rage II)




Cuando un gordo ataviado con camiseta blanca ceñida y tirantes se acerca correteando hacia ti escupiendo una llamarada de un metro de su boca.
Cuando mujeres que hacen sonar sus tacones, esgrimiendo un látigo eléctrico contra ti.
Cuando indeseables de la calle se abalanzan sobre ti, armados con bates, cuchillos, tuberías y todo lo que el lugar aporte.
Cuando innumerables motocicletas hacen rugir sus motores antes de envestirte, desde las cuales vuelan granadas en un espectáculo ensordecedor del que debes salir a mamporro limpio.

Cuando todas esas circunstancias se dan, una detrás de otra, entonces la comida resulta más que bienvenida.
Axel Stone se encontraba frente a un pollo asado entero, de una pinta estupenda. Al pasar por encima de él, sintió como su energía se restauraba por completo.
Tuvo más que claro lo que debía hacer.
Se dirigió a donde Blaze, a la desesperada, trataba de liquidar a un kickboxer que se había aliado con varios ninjas. Acorralada, lanzaba ondas de energía, a punto de desfallecer.

Al pasar por su lado, Axel se agachó y lanzó un puñetazo que lamió con fuego el asfalto que precedía al grupo de enemigos.
Cuando se dieron cuenta, ya era demasiado tarde. El puñetazo se fue elevando hasta lanzarlos a todos por los aires, abatiéndolos dado el castigo físico al que se habían visto expuestos en su intento de aniquilar a su bella y feroz compañera.

Por último, derribó una máquina recreativa cercana.
Una apetitosa manzana estaba oculta en su interior.
Se apartó, pues Blaze se acercaba con una resolución y una mirada que hacía suya esa comida.



martes, 30 de agosto de 2016

Día 12: Escritorio (Beyond: Two Souls)





La pequeña Jodie jugaba en su cuarto con algunos de los juguetes desparramados por el suelo.
Se trataba de un lugar agradable, aunque como bien sabía la niña un tanto solitario.
Excepto por Aiden.
Él siempre estaba allí con ella, desde que tenía memoria.

El doctor Cole entró para avisarle de que debían disponerse para la prueba.
Unos minutos más tarde, un extraño casco metálico cubría la cabeza de Jodie, que sentada frente a un escritorio, aguardaba instrucciones.

La primera prueba resultó sencilla, pues solo debía señalar cuál de las cartas que tenía frente a sí era la que estaba levantando una señora en una habitación contigua.
No obstante, el doctor Nathan Dawkings, mandamás en la base científica en la que se encontraba, quiso arriesgar y elevar el nivel del experimento.

Le propuso que tratase de mover algún objeto.
En un principio Aiden hizo un trabajo limpio y discreto al sacudir una torre de cubos de cartón que había en el escritorio de la habitación contigua, provocando el sobresalto de la señora que, sorprendida, asistió al suceso en primera persona.
Sin embargo no se detuvo ahí.
No sabía bien si se debía a Aiden o a la rabia que recorría su interior, pero Jodie comenzó a hacer saltar por los aires todo objeto a su alcance en esa sala, destruyendo cámaras y bloqueando salidas.

Cuando la señora se levantó visiblemente alterada, Aiden y Jodie hicieron saltar el escritorio por los aires, estampándolo contra la pared de enfrente.
El chasquido de su estructura quebrarse se intercaló con los gritos. Nathan Dawkings quería que aquello parase, aunque no más que la señora que golpeaba la puerta de salida implorando que cesase aquella experiencia.  



viernes, 26 de agosto de 2016

La persecución



La persecución:

Montaje con un audiorelato inspirado por los primeros compases del videojuego 'Inside'.


Relato:

Cada vez que había creído encontrar un sentido a la vida, dentro del marco de la existencia, aquello tenía lugar.
Le sedaban, le ponían un número y una bata, le arrebataban toda posibilidad de seguir avanzando por su camino.
Su hogar sería un psiquiátrico donde ser tratado con la fría y severa profesionalidad de los que engrasan su engranaje.

Lejos de sus seres queridos, privado del ritmo de vida que se le antojaba esencial para alcanzar sus metas, corría en sueños asaltado una y otra vez por la incómoda y aterradora idea de ser atrapado por aquellos que solo querían quitarle de circulación.

El horizonte, si era capturado, serían días y noches eternas en un lugar donde el sentido es el orden y la prioridad la ofuscación.
Un lugar donde resistirse a iniciar la senda del sufrimiento por vacío era inútil.
Sumido en la pesadilla, no se percataba de que su deseo era despertar.

Tan sólo contenía lágrimas de impotencia, ante la idea de ser privado de todo orgullo, dignidad y libre pensamiento.

martes, 16 de agosto de 2016

El latir del reducto familiar





La hermana de 'la gitanita' es una persona que me recuerda a gamberradas y aventuras de infancia. A días de playa y reuniones familiares en una época donde todo parece fuerte y profundo como las raíces de un árbol milenario.

Sandra, esa chica que, mientras yo inventaba junto a mis primos hermanos todo un mundo de experiencias donde dejar a la imaginación volar, se atrincheraba junto a su inseparable prima Sonia en el apartamento más bajo del complejo adecuadamente llamado Paraíso.

De acuerdo, nos echaban de esas improvisadas reuniones, pues mientras unos éramos unos mocosos metomentodos las dos primas deberían tener sus asuntos que tratar. Pero lo que no podían hacer era disimular la parte que les correspondía de la luz que se generaba en aquel lugar.
Esa magia, que tanto se apreciaba sobre todo por parte de los más jóvenes, nacía de la semilla que cada uno plantaba individualmente.

Y Sandra, de la cual conservaba apenas un puñado de imágenes en mi mente, estuvo allí al igual que el resto, se ilusionó al igual que el resto y puso su ración de luz para que el conjunto brillase hasta el punto de grabarse en la memoria de todos.

La vida transcurrió.
Destruyendo y separando.
Los caminos de los individuos que otrora conformaron una bonita unión se separaron e incluso se fragmentaron en sí mismos.

De repente, sin embargo, el eco de esa luz me llegó a través del frío tejido de las redes sociales.
Lentamente, aunque de modo constante, fue manifestándose hasta que me encontré conversando con una niña a la que siempre recordé mucho mayor que yo, como perteneciente a otro mundo. Súbitamente esa noción voló por los aires, dejándome en la situación que me encuentro.

Escribiendo unas líneas en honor a la sonrisa que me despierta el que Sandra, una de las banderas de una época en la que se trató de educar a una generación esperando infundir lo mejor, la hermana de una persona bien especial para mi, haya reaparecido en mi camino con fuerza.

Puede que a ese último reducto de lo que se intentó fraguar le cueste el mero hecho de respirar.
Que su latido sea extremadamente débil.
Pero por un momento ha brillado con fuerza el reflejo de su pasado, iluminando lo que espero siga fraguándose como una estupenda amistad.

martes, 9 de agosto de 2016

Día 11: Ceniza (Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots)





El Mk II, una terminal de ordenador por control remoto, se desplazó sobre las ruedas de sus patas para enfocar con el objetivo de su cámara la ceniza que acababa de caer al suelo.
A su lado, el cuerpo agazapado de Solid Snake comenzó a aparecer lentamente una vez se fue desactivando su camuflaje óptico.

Había ido de poco.
Tras aturdir a un soldado de una PMC local, empresa militar privada, había logrado arrastrar su cuerpo antes de que dos de sus compañeros apareciesen en la escena cargando con sus rifles de asalto.
Lo que no calculó es que un Metal Gear, tanque bípedo concebido originalmente con el fin de servir de plataforma de lanzamiento de armas nucleares, en su variante centinela llamada Gekko, lo sorprendería súbitamente.

Finalmente el camuflaje de su traje se había mimetizado con las ruinas de un edificio de la zona de Oriente Medio donde se encontraba, y tras unos instantes en los que su pulso se tranquilizó se encendió el cigarrillo del cual veía caer la ceniza que atrajo al simpático robot.

El envejecimiento acelerado de Solid Snake le otorgaba el aspecto veterano de un anciano.
Con el virus FOXDIE ensombreciendo su futuro maldito, no se iba a plantear demasiado los consejos que su compañero Otacon le iba lanzando para dejar de fumar.

El ruido de la arenilla de unas ruinas cercanas desprenderse lo alertó.
Era Meryl.
Esa mujer que conoció en Shadow Moses a la cual no le habría importado haber conocido en otra vida. Una vida libre de la guerra.

Desplegó y montó velozmente una caja de cartón y se cubrió con ella.
La voz de Meryl Silverburgh se ahogó en algo parecido a una risa.
- Snake, ¿Qué haces?



sábado, 6 de agosto de 2016

Día 10: Flores (Flower)





Una única flor se mecía al son del viento en un campo privado de esperanza.
Pareció escucharse una nota.
Una única nota musical que, ínfima en comparación con lo que tenía que ocurrir, lanzó al vuelo a un precioso pétalo azul.

El pétalo, dubitativo en su movimiento en un inicio confuso, pronto pareció adquirir vida propia.
Resultó que otras muchas flores, que habían permanecido a la espera de que cierta melodía naciese, reclamaron la atención del pétalo brillando con intensidad a lo largo y ancho de aquel lugar.

Sintiendo el viento unas veces a favor cual grácil brisa, otras en contra con hostilidad, el pétalo fue tocando todas y cada una de esas flores. A cada caricia, otros pétalos brotaban en un concierto de música y colorido para sumarse a la causa que se perseguía.

Cada conjunto de flores que renacían al ser descubiertas, acababa por provocar un verde renacimiento de vegetación en la anteriormente devastada zona.

Así, el pétalo azul fue recorriendo diferentes parajes en fríos amaneceres, oscuras noches y días de lluvia.
Llegaba a ellos en solitario, escuchando por único sonido el del viento que habría de guiar su camino.
No obstante, no necesitaba de demasiado tiempo para llenar esos escenarios con la belleza de la música y el color, de la vida y la esperanza, que finalmente conquistaban el entorno para perder entonces su vista en nuevos horizontes cargados de misterio y emoción.



viernes, 5 de agosto de 2016

Día 9: Mascota (Shadow of the Colossus)





En el enorme puente que daba acceso a esa tierra inmensa se había visto a un hombre cargando con el cuerpo de una mejor a lomos de un caballo.
La mirada del sujeto estaba fija en un punto fijo, como si tuviese muy claras sus intenciones.

Poco tiempo después el gemido ahogado y desgarrador del coloso minotauro Valus, desplomando su gigantesco cuerpo sobre el suelo al fallecer, había supuesto el único sonido aparte del desolador viento de la tierra prohibida.

Wander, que así se llamaba el joven, encontraba en Agro, su yegua, una mascota con la que paliar mínimamente su dolor y canalizar su ansiedad y desesperación.
Juntos recorrieron aquella tierra, dando caza a colosos de toda forma y tamaño.

Los gritos desgarradores de éstos al ser abatidos precedían a la ingente cantidad de polvo esparcido al aire que levantaban dejando más vacío si cabía en una tierra desolada.
Y bella, sin embargo.
Separada del mundo exterior por una cadena montañosa al norte y con mares franqueando el resto de puntos cardinales, el deambular de Wander lo condujo a un vasto desierto. Pese a que la luz solar que reflejaba el filo de su espada indicaba la presencia de un coloso, no fue consciente de su situación hasta que Agro se apartó velozmente de su posición.

Instantes después la tierra comenzó a moverse.
Se estaba elevando por los aires, mientras contemplaba como la arena caía en grandes cantidades cuando Phanlanx, navegante del aire, comenzó a mover sus inconmensurables alas.



martes, 26 de julio de 2016

Día 8: Fuego (Street Fighter II)




El sudor recorría la frente de Ken.
De sus heridas brotaba abundante sangre, pues los cortes de las afiladas garras de Vega eran profundos y abundantes.

En ninguno de sus combates se había enfrentado a un rival tan veloz.
Ni siquiera tratando de acorralarle con un hadouken tras otro.
Había desestimado esa estrategia cuando, llevado por la ira, había lanzado un hadouken de fuego hacia el enmascarado luchador español.

El griterío de los asistentes al combate fuera de la jaula en la que se encontraban se detuvo, solo un instante, para ser retomado con intensidad reforzada cuando Vega no se limitó a rebotar por los aires esquivando el ataque, sino que aterrizó sobre el torso de Ken rasgándolo y haciendo brotar hilos sangrientos.

Estaba a punto de perder el combate.

Por esa razón se concentró en dejar que el torero enmascarado hiciese gala de su habilidad y lo asediase con multitud de ofensivas que trató torpemente de memorizar.
Hasta que dio con un punto débil.

Se elevó en una patada giratoria que obligó a Vega a elevarse por los aires.
De reojo Ken vio cómo se apoyaba en una de las esquinas de la jaula, y de qué modo en un destello de sus garras se dispuso a abalanzarse sobre él en un último ataque ganador.

En ese momento Ken aterrizó y cargó su ataque de fuego.

¡Shoryuken!

El silencio se hizo en el lugar mientras el puño envuelto en llamas de Ken ascendía en un gran salto hacia la máscara que dejaba ver la perpleja mirada de su rival.