sábado, 5 de diciembre de 2015

El Altar: Capítulo III



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Todos corrían de un lado para otro recogiendo el lugar donde había acontecido la barbacoa.
Anna y Nadya apenas cruzaban fugaces miradas al fregarse el hombro almacenando en las cestas botellas de refrescos y demás utensilios salvables. Por su parte, Jose metía en bolsas de basura gigantescas prácticamente todo lo que quedaba en las mesas de piedra donde una docena de amigos habían estado disfrutando de un día genial.
Hasta que estalló la tormenta.

Peter daba bandazos con su cuerpo intentando recuperarse de la borrachera que había acabado cogiendo, aunque lo cierto era que la lluvia torrencial cayendo sobre su cabeza estaba colaborando bastante en su recuperación.
El cielo no se había nublado de un modo paulatino precisamente.
Se podría decir que mientras disfrutaban de una agradable tarde soleada de repente unos negros nubarrones habían oscurecido por completo el cielo lanzando un único aviso, un único trueno, antes de desatar todo cuanto llevaban contenido.

Puesto que los organizadores eran ellos, tenían la responsabilidad de recogerlo todo antes de ir a refugiarse, más teniendo en cuenta que el resto de participantes habían literalmente huido hacia sus aposentos nada más iniciarse la tormenta.
Tanto la Guingueta como Esterri, pueblos vecinos, eran propensos a recibir poderosas tormentas, pero desde luego tan sorpresivas como esa ninguna habían vivido los jóvenes que allí se reunieron.
La lluvia estaba prevista para la noche, y la preocupación marcaba el rostro de Anna puesto que no quería bajo ninguna circunstancia tener que coger el coche en esas condiciones.
– ¿Por qué no vamos al camping vecino a esperar a ver si mengua? – Peter tuvo la idea, ante la cual a Anna se le iluminó la mirada. Sabía que lugar iba a sugerir su amigo. – He oído que tienen una taberna en la que podríamos estar a salvo de este pedazo de tormenta.
– ¡Peet! ¿Puedes dejar de pensar en beber? – Nadya exclamó sus palabras con tono grave e iracundo, ante lo cual su novio alzó las manos abriendo inocentemente sus ojos en señal de inocencia.
– No pretendía... – Peter comenzó a excusarse, pero se vio interrumpido.
– El coche está en la misma dirección. ¡Vamos para allí antes de que me pille algo!
Cargados con lo que pudieron salvar de la barbacoa y algunas bolsas de basura, los cuatro jóvenes emprendieron rumbo al camping vecino, en cuya taberna, fumando una pipa, un hombre de avanzada edad permanecía concentrado con la vista puesta en la gran hoguera que ardía llenando de un cálido ambiente el local perfectamente acabado con buena madera.
Contrastaba enormemente con la hoguera en la que horas antes se había hecho una barbacoa, ahora apagada e inundada por una agua que caía a cascadas colándose por las varias grietas del techo de ésta.

Nuria había estado allí hacía bien poco, meditaba Quim Gascón apurando su pipa.
Aún no había podido cruzar ni una sola palabra con la familia afectada.
En lugar de eso, el día que hasta hacía poco se había presentado soleado le había servido para familiarizarse con el camping donde había estado alojada la joven.
En la sala de juegos unos amigos de ella le habían atendido cabizbajos, sin mucha información que aportar. Todos tenían coartada en sus respectivas familias y la joven desaparecida no parecía en esa ocasión haber intimado con ninguno de ellos.
Sin embargo había un lugar que Quim iba a visitar en cuanto pudiese burlar el cordón policial y la tempestad e lo permitiese.
Una cueva, algo más allá del puente donde habían encontrado al parecer restos de sangre enterrados en la nieve, había llamado la atención del veterano detective.
Se le daba bien observar, pero del mismo modo también sabía cuando él mismo lo estaba siendo.
Y en esa cueva, pensaba mientras torcía el gesto en su rostro apurando el whisky escocés de un trago, apostaba a que algo mantenía su mirada firme en él.

Cuando entraron un grupo de jóvenes en la taberna armando demasiado jaleo, riéndose y sacudiéndose la ropa empapada, entendió que la calma reflexiva en la que había estado sumido había llegado a su fin.
Los reconoció, eran los chicos de esa misma mañana en el pueblo vecino, los del chaval tirado en el suelo.
Indicó con una seña que le llenasen de nuevo la copa y, preparándose una nueva pipa, imaginó a Nuria sentada con su familia en su misma mesa, preguntándose qué le hizo ir al puente a tan tardías horas.
Pronto la lluvia iría cesando para convertirse en nieve.
El frío de aquel invierno le agradaba, recordándole con profundos ataques de melancolía cómo Rachel, la única mujer de la que había estado enamorado, y él, habían sido felices durante los mejores años de su juventud hasta que la desgracia se cernió sobre ella.
No podía llorar. En lugar de eso fruncía los labios mientras seguía contemplando las llamaradas de la hoguera bailar con el crepitar que su propio fuego provocaba.


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6 comentarios:

  1. Parece que esos cuatros amigos se van a enfrentar a algo más que una barbacoa.... o no?...y Raquel... una de las siete desaparecidas de antaño?...

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    1. Desde luego el asunto no quedará en una barbacoa jeje.
      Rachel parece ser que fue una de las desaparecidas de la oleada de casos que tanto afectó a Quim...
      Poco a poco ;)

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  2. Me encanta el carácter poético de las reflexiones de Quim. Sospecho que estos jóvenes van a estar involucrados con todo lo que está por pasar ¿me equivoco? De cualquier forma, estoy deseando leer lo siguiente *O*

    Saludos.

    PD: no me pude resistir jeje.

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    1. ¿Si? Quim está curtido aparentemente ante las inclemencias de la vida...
      No se no se, digo yo que algo les ocurrirá "fuera de lo normal" a nuestros jóvenes aventureros osados jeje.
      Me alegro de que tu resistencia haya sido vencida, valoro mucho tus comentarios ^^

      ¡Un saludo!

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  3. Que rían mientras puedan xD Por que no creo que acaben muy bien esos amigos ¿verdad?
    Sigues manteniendo la intriga y la verdad es que tengo ganas de ver mas y a ver que hace Quim

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    1. Jeje ¿Qué esperas que ocurra?
      Me alegro de que sigas intrigada, poco a poco la trama irá avanzando para Quim y el resto ^^
      ¡Un abrazo!

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