Doce individuos
miraron al unísono el mismo reloj digital que aparecía justo enfrente suyo, en
una zona superior que impasible iba a determinar quiénes iban a ser vencedores
y quiénes deberían morir en el intento.
Roadhog, antaño
un héroe consumado que con el paso de los años había dedicado sus jornadas al
abandono y las generosas digestiones, respiraba entrecortadamente mientras avanzaba
a pasos largos.
El sudor cubría
su cuerpo, resbalando allí donde lucía su tatuaje, que enaltecía ‘El poder del
cerdo’.
A su lado,
Reinhardt desplegó un escudo tras el cual el cerdo y otros cuatro compañeros se
mantuvieron a cubierto del infierno de fuego que cayó sobre ellos súbitamente.
00:30
El reloj tenía un
mensaje para ellos: No habría más intentos. Gozaban de una oportunidad repartida en las
habilidades de dos tanques, dos atacantes, un apoyo y un sanador.
La estrategia
estaba clara. Aunque nadie esperaba lo que pasaría mientras estos seis héroes
se decidieron a repartirse por el campo de batalla donde el equipo enemigo,
atrincherado, vaciaba su munición.
00:20
El primero en
caer abatido fue Roadhog.
Su respiración
hizo que su obeso cuerpo traspasase el escudo protector esa ínfima porción que Widowmaker,
la sobradamente concentrada y atractiva francotiradora rival, necesitaba para
abatirle sin miramientos.
Sin el cerdo
atrayendo el fuego enemigo sus aliados fueron cayendo mientras el reloj
continuaba su imparable avance hacia ese instante que dirimiría el éxito y el
fracaso.
00:10
Reindhart, ya
sólo tras su propio escudo, decidió ante la inminente derrota lanzarse en una
carga desesperada contra las dos torretas que protegían el patio que su equipo
debía capturar.
El resultado fue
una torreta desintegrada al chocar contra su armadura autopropulsada, y otra
con idéntico final ante su mazo.
00:00
En cuanto segasen
su vida todo acabaría.
Giró sobre sí
mismo en busca de aliados que acudiesen a reforzar su agónico intento de
conquista, deteniéndose al ver la sombra de una atractiva mujer que desde la
lejanía parecía apuntar con su rifle de francotirador a su cabeza.
La palabra
derrota fue lo siguiente vieron Reinhardt, Roadhog y los suyos.
¡Overwatch! ¡Yo adoro Overwatch! Jugué el beta y me enamoré completamente.
ResponderEliminarMe encanta como logras capturar la ansiedad que uno siente al jugar, al prepararse para comenzar, la desesperación al morir alguien de tu equipo.
La rabia al ver esa odiosa palabra...
Sí, el ver esa palabra siempre te deja un regusto amargo jeje
EliminarPues si tienes ps4 tenemos que echar una partida ò_Ó
Me alegro de que consideres que he captado parte de la esencia del juego :)