lunes, 27 de julio de 2015

Una macabra imitación


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Dicen que los bebés imitan lo que ven.

El pequeño querubín se agitaba siempre divertido a las silenciosas cuatro de la madrugada, cuando sus padres dormían profundamente.
Lo hacía porqué tras unos minutos apoyado en el cabezal de cristal oscuro de su cuna, veía siempre reflejado lo que acontecía en la puerta abierta de su habitación.
Siempre solía ser igual, una peste nauseabunda daba paso a la primera mano de aquello que entraba gateando en su habitación.

Su madre siempre se preguntaba cual sería el motivo por el que su hijo se llenaba la cara de heces cada noche.
Esa madrugada, sin embargo, el bebé pintó de heces y sangre propia el oscuro cristal, donde la horrible cara de la criatura visitante se materializó dejando al pequeño jugar con ella.

Cuando lo atrapó y en un fugaz abrazo lo adentró en el oscuro lugar del cabezal de la cama, el bebé se puso a llorar desesperadamente.
Una mujer, de un precioso rostro y silueta, lo miraba desde la habitación sonriente, antes de irse cerrando la puerta.


Quedó solo, llorándole a un vacío en el que nada quedaba ya por imitar, por sentir ni experimentar.

20 comentarios:

  1. Wow, excelente relato, la imagen fue bastante espeluznante y el final deja una terrible sensación. Saludos y que tengas buen inicio de semana.

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  2. Te ha quedado muy bien, da muy mal rollo y la imagen va que ni pintada XD

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  3. No puedo ni ver la imagen. ¡Qué escalofríos! Un abrazo.

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  4. Solo empezar con la imagen ya es terrible...buff terrorífico!!

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  5. Un micro de puro terror. Una escena donde el miedo a lo monstruoso del momento es interpretado y expresado por la imitación de un bebé que queda totalmente solo, atrapado en otra dimensión, tras la horrenda y fantasmagórica aparición. Genial, Víctor.
    Saludos, compañero.

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    1. Gracias Edgar, lo has resumido a la perfección. Me alegra que te haya gustado. ¡Un saludo!

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  6. Esa parte en la que describes que un olor nauseabundo daba paso a una mano es terrorífica. Unas palabras y frase bien elegida para introducir el miedo en los lectores. Una historia de terror cuyo protagonista es un inocente bebé que imita sin preocupaciones algo que entra todas las noches en la habitación. Eso es escalofriante.
    Saludos.

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    1. Sí, la verdad es que pone los pelos de punta imaginar algo tan terrorífico frente a la inocencia más pura.
      Un saludo Ricardo, gracias por leer y comentar.

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  7. Saludos, omg, un relato pleno de terror, espeluznante, pobre criatura. Éxitos y bendiciones!

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    1. ¡Gracias Mery!
      El bebé solo sospecha que algo va mal cuando queda atrapado...
      ¡Un saludo!

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  8. Original y macabro micro, Víctor.
    Un saludo!

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