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Dicen que los bebés imitan lo que ven.
El pequeño querubín se agitaba
siempre divertido a las silenciosas cuatro de la madrugada, cuando
sus padres dormían profundamente.
Lo hacía porqué tras unos minutos
apoyado en el cabezal de cristal oscuro de su cuna, veía siempre
reflejado lo que acontecía en la puerta abierta de su habitación.
Siempre solía ser igual, una peste
nauseabunda daba paso a la primera mano de aquello que entraba
gateando en su habitación.
Su madre siempre se preguntaba cual
sería el motivo por el que su hijo se llenaba la cara de heces cada
noche.
Esa madrugada, sin embargo, el bebé
pintó de heces y sangre propia el oscuro cristal, donde la horrible
cara de la criatura visitante se materializó dejando al pequeño
jugar con ella.
Cuando lo atrapó y en un fugaz abrazo
lo adentró en el oscuro lugar del cabezal de la cama, el bebé se
puso a llorar desesperadamente.
Una mujer, de un precioso rostro y
silueta, lo miraba desde la habitación sonriente, antes de irse
cerrando la puerta.
Quedó solo, llorándole a un vacío en
el que nada quedaba ya por imitar, por sentir ni experimentar.
Realmente espeluznante.
ResponderEliminarUn saludo.
¡Gracias Oscar, bienvenido al blog!
EliminarSaludos :)
Wow, excelente relato, la imagen fue bastante espeluznante y el final deja una terrible sensación. Saludos y que tengas buen inicio de semana.
ResponderEliminar¡Gracias Jorge!
EliminarBuena semana para ti también.
Te ha quedado muy bien, da muy mal rollo y la imagen va que ni pintada XD
ResponderEliminarGracias, me alegro de que te haya dado mal rollo jeje ;)
EliminarNo puedo ni ver la imagen. ¡Qué escalofríos! Un abrazo.
ResponderEliminarA mi me pasa igual jajaja.
EliminarUn abrazo
Terrorífico y macabro.
ResponderEliminarSaludo!!!
Gracias, me alegra que te hay resultado así, ¡Un saludo!
EliminarSolo empezar con la imagen ya es terrible...buff terrorífico!!
ResponderEliminar¡Bien bien!
EliminarGracias por leer y comentar Conxita.
Un abrazo :)
Un micro de puro terror. Una escena donde el miedo a lo monstruoso del momento es interpretado y expresado por la imitación de un bebé que queda totalmente solo, atrapado en otra dimensión, tras la horrenda y fantasmagórica aparición. Genial, Víctor.
ResponderEliminarSaludos, compañero.
Gracias Edgar, lo has resumido a la perfección. Me alegra que te haya gustado. ¡Un saludo!
EliminarEsa parte en la que describes que un olor nauseabundo daba paso a una mano es terrorífica. Unas palabras y frase bien elegida para introducir el miedo en los lectores. Una historia de terror cuyo protagonista es un inocente bebé que imita sin preocupaciones algo que entra todas las noches en la habitación. Eso es escalofriante.
ResponderEliminarSaludos.
Sí, la verdad es que pone los pelos de punta imaginar algo tan terrorífico frente a la inocencia más pura.
EliminarUn saludo Ricardo, gracias por leer y comentar.
Saludos, omg, un relato pleno de terror, espeluznante, pobre criatura. Éxitos y bendiciones!
ResponderEliminar¡Gracias Mery!
EliminarEl bebé solo sospecha que algo va mal cuando queda atrapado...
¡Un saludo!
Original y macabro micro, Víctor.
ResponderEliminarUn saludo!
Gracias Federico.
Eliminar¡Un saludo!