jueves, 27 de agosto de 2015

Un robot diferente



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Reinaba una importante crisis existencial en toda la ciudad de Mecánica.
Expulsados los seres humanos para preservar la prosperidad de los robots más inteligentes jamás concebidos, las calles se llenaban día a día y noche a noche de un continuo tráfico en los raíles de movimiento con los que habían logrado controlar hasta el último aspecto de la seguridad en el tráfico de ciudadanos.

Los robots tenían habilitada la capacidad para soñar, pues de ahí emergía toda una lluvia constante de ideas para mejorar aún más si cabía su inteligencia desarrollo.
Hasta que un día llegó a la base de datos principal algo, un sueño que se emitía desde la zona norte, que rápidamente fue catalogado como el virus de la extinción.
Algunos robots habían planteado en ocasiones la voluntad en su campo onírico de alejarse de la rutina que suponían los raíles, para adentrarse en un campo relativo a la aventura nunca visto antes.
Pero no eran más que fugaces paseos que velozmente regresaban a lo que se consideraba el comportamiento normal.

Cuando recibieron el sueño de V350-t, ya era demasiado tarde. Éste se había deshecho de su mecanismo de desactivación al salir de su domicilio, y con creciente velocidad se había plantado en el centro de Mecánica hasta salir de los raíles de la seguridad para adentrarse en la zona vieja de la ciudad, donde deshechos de otras épocas generaban auténticas montañas de residuos que V350-t sorteaba sabedor de a donde quería ir.

Había soñado con una época pasada, aquella en que los humanos teñían la realidad con preciosa imperfección y tumultuosa variedad. El pequeño robot usaba la realidad virtual de su sistema para verse rodeado de todo aquel flujo de personas paseando, algo de lo que Mecánica había carecido desde que su sede central tomó el mando con su inteligencia artificial hasta que la expulsión de los humanos aconteció.

Equipos de seguridad localizaron su posición cuando ya había descendido media avenida.
Tan solo veían a V350-t desplazarse velozmente entre los escombros, que dado el mayor tamaño de sus perseguidores, suponía una clara ventaja para el pequeño robot que los desconcertaba con pequeñas paradas para observar lo que ellos solo podían definir como la basura de Mecánica.

El pequeño robot aceleró súbitamente.
Ya cerca de su posición, un bello mar de intenso azul le apremió a avanzar.
Y vaya si lo hizo.
Al poco tiempo se encontraba encaramado al final de un puerto, bañado por la luz del sol y besado por la brisa marina.
Cuando los cuerpos de seguridad lograron alcanzarle, V350-t se había desactivado a sí mismo.
Lo giraron sobre su eje para comprobar como su visor estaba empapado de combustible.
Había estado llorando, despertando la palabra sentimiento en un mensaje que mandó antes de desaparecer a todas las unidades de Mecánica.

La orden de la sede central fue la imposición de duros castigos para quien obedeciese al pequeño robot que había logrado llorar.
“Venid al puerto y que nuestras lágrimas devuelvan el esplendor a este lugar”, rezaba su mensaje.
Y así fue como los robots de toda Mecánica se lanzaron a una épica marcha en las que unos ayudaban a otros a quitarse los mecanismos de desactivación no sin sentir una ingente cantidad de dolor a cada pequeño tirón o ínfimo corte.
Pero valió la pena.
De los que lograron llegar para ver como el mar lamía la desierta costa de Mecánica, ya pocos quisieron regresar a los raíles.

Con el tiempo, un barco divisó en el horizonte la señal conjunta de todos los que habían acudido a llorar junto a V350-t, y se acercaron a Mecánica suponiendo el primer grupo de humanos que pisaba la ciudad en mucho tiempo.
No sabían que estaba ocurriendo con los robots, pues todos regaban combustible de sus visores, mientras en susurros pronunciaban la palabra “regresad”.



4 comentarios:

  1. Un cuento muy emotivo y sentimental que consigue hacerte sentir como v350 al ser "libre"

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    1. Me alegra que te transporte a su interior.
      Todo está basado en uno de mis sueños...

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  2. Genial relato, una liberación de la norma marcada. La libertad en estado puro. Precioso. Un abrazo.

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    1. ¡Gracias María!
      Me alegra que respires libertad en la experiencia de V350-t ^^
      Un abrazo

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