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Reinaba una importante
crisis existencial en toda la ciudad de Mecánica.
Expulsados los seres
humanos para preservar la prosperidad de los robots más inteligentes
jamás concebidos, las calles se llenaban día a día y noche a noche
de un continuo tráfico en los raíles de movimiento con los que
habían logrado controlar hasta el último aspecto de la seguridad en
el tráfico de ciudadanos.
Los robots tenían
habilitada la capacidad para soñar, pues de ahí emergía toda una
lluvia constante de ideas para mejorar aún más si cabía su
inteligencia desarrollo.
Hasta que un día llegó
a la base de datos principal algo, un sueño que se emitía desde la
zona norte, que rápidamente fue catalogado como el virus de la
extinción.
Algunos robots habían
planteado en ocasiones la voluntad en su campo onírico de alejarse
de la rutina que suponían los raíles, para adentrarse en un campo
relativo a la aventura nunca visto antes.
Pero no eran más que
fugaces paseos que velozmente regresaban a lo que se consideraba el
comportamiento normal.
Cuando recibieron el
sueño de V350-t, ya era demasiado tarde. Éste se había deshecho de
su mecanismo de desactivación al salir de su domicilio, y con
creciente velocidad se había plantado en el centro de Mecánica
hasta salir de los raíles de la seguridad para adentrarse en la zona
vieja de la ciudad, donde deshechos de otras épocas generaban
auténticas montañas de residuos que V350-t sorteaba sabedor de a
donde quería ir.
Había soñado con una
época pasada, aquella en que los humanos teñían la realidad con
preciosa imperfección y tumultuosa variedad. El pequeño robot usaba
la realidad virtual de su sistema para verse rodeado de todo aquel
flujo de personas paseando, algo de lo que Mecánica había carecido
desde que su sede central tomó el mando con su inteligencia
artificial hasta que la expulsión de los humanos aconteció.
Equipos de seguridad
localizaron su posición cuando ya había descendido media avenida.
Tan solo veían a V350-t
desplazarse velozmente entre los escombros, que dado el mayor tamaño
de sus perseguidores, suponía una clara ventaja para el pequeño
robot que los desconcertaba con pequeñas paradas para observar lo
que ellos solo podían definir como la basura de Mecánica.
El pequeño robot aceleró
súbitamente.
Ya cerca de su posición,
un bello mar de intenso azul le apremió a avanzar.
Y vaya si lo hizo.
Al poco tiempo se
encontraba encaramado al final de un puerto, bañado por la luz del
sol y besado por la brisa marina.
Cuando los cuerpos de
seguridad lograron alcanzarle, V350-t se había desactivado a sí
mismo.
Lo giraron sobre su eje
para comprobar como su visor estaba empapado de combustible.
Había estado llorando,
despertando la palabra sentimiento en un mensaje que mandó antes de
desaparecer a todas las unidades de Mecánica.
La orden de la sede
central fue la imposición de duros castigos para quien obedeciese al
pequeño robot que había logrado llorar.
“Venid al puerto y que
nuestras lágrimas devuelvan el esplendor a este lugar”, rezaba su
mensaje.
Y así fue como los
robots de toda Mecánica se lanzaron a una épica marcha en las que
unos ayudaban a otros a quitarse los mecanismos de desactivación no
sin sentir una ingente cantidad de dolor a cada pequeño tirón o
ínfimo corte.
Pero valió la pena.
De los que lograron
llegar para ver como el mar lamía la desierta costa de Mecánica, ya
pocos quisieron regresar a los raíles.
Con el tiempo, un barco
divisó en el horizonte la señal conjunta de todos los que habían
acudido a llorar junto a V350-t, y se acercaron a Mecánica
suponiendo el primer grupo de humanos que pisaba la ciudad en mucho
tiempo.
No sabían que estaba
ocurriendo con los robots, pues todos regaban combustible de sus
visores, mientras en susurros pronunciaban la palabra “regresad”.
Un cuento muy emotivo y sentimental que consigue hacerte sentir como v350 al ser "libre"
ResponderEliminarMe alegra que te transporte a su interior.
EliminarTodo está basado en uno de mis sueños...
Genial relato, una liberación de la norma marcada. La libertad en estado puro. Precioso. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Gracias María!
EliminarMe alegra que respires libertad en la experiencia de V350-t ^^
Un abrazo